Los inversores reconocen que deben participar activamente en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Esto queda patente en el creciente inventario de respuestas de los inversores a los riesgos y oportunidades del cambio climático.
Hasta ahora, en muchas de estas respuestas ha faltado una consideración de la dimensión social de esta transición. El movimiento sindical está luchando denodadamente por trazar una hoja de ruta para los inversores que aborde los riesgos sistémicos del cambio climático para los trabajadores y las comunidades, promueva el crecimiento integrador y contribuya al desarrollo sostenible.
Este año ha estado marcado por un cambio notable, con un número creciente de inversores que reconocen que sus respuestas al cambio climático deben incorporar consideraciones sociales. Garantizar la confianza de los trabajadores y las comunidades se considera cada vez más esencial para afrontar los profundos cambios sistémicos que se avecinan.
La primera edición de una nueva guía para inversores ha sido publicada por la iniciativa Invertir en una transición justa, un proyecto dirigido por el Instituto de Investigación Grantham de la LSE y la Iniciativa para la Inversión Responsable de Harvard, en colaboración con los Principios de Inversión Responsable (PRI) y la Confederación Sindical Internacional (CSI). Este trabajo expone por qué y cómo los inversores pueden conectar las prioridades medioambientales y sociales en la cuestión del clima. Se presentó en la Conferencia del Comité sobre el Capital de los Trabajadores y el PRI de la ONU en persona en San Francisco en septiembre, y como evento paralelo de la Cumbre de Acción Climática Global (GCAS).
Los fondos de pensiones, como propietarios de activos, se sitúan en la cúspide de la cadena de inversión y desempeñan un papel clave en la transición justa. El marco de la transición justa permite a los fondos de pensiones conectar sus estrategias de riesgo climático con el rampante cambio social que se avecina para los trabajadores y las comunidades de todo el mundo. Como se señala en el reciente blog de la Iniciativa Invertir en una Transición Justa, cada vez más fondos de pensiones reconocen que tienen un importante papel que desempeñar para garantizar que la transición que se avecina sea inclusiva.
La transición justa está en consonancia con el deber fiduciario de los fideicomisarios del trabajo de considerar los impulsores del valor de la inversión a largo plazo que sirven a los intereses de los beneficiarios. Los inversores pueden promover la transición justa de varias maneras, por ejemplo mediante estrategias de inversión, compromisos de los accionistas con las participaciones en cartera, decisiones de asignación de capital y promoción de políticas.
En vísperas de la Cumbre COP 24 de diciembre de 2018, se invita a los fideicomisarios y a los fondos de pensiones a que manifiesten su compromiso de apoyar una transición justa en materia de cambio climático suscribiendo una declaración de los inversores coordinada por el PRI de las Naciones Unidas. Ya hay varios fondos de pensiones entre los 20 primeros firmantes, con activos superiores a 3,5 billones de dólares.
Los trabajadores y las comunidades deben estar en el centro de la transición hacia una economía baja en carbono. De ello se deduce que los administradores del capital de los trabajadores deben estar en el centro de las iniciativas de los inversores en apoyo de una transición justa. Invitamos a los fideicomisarios nombrados por los trabajadores y los sindicatos a que presenten esta declaración a sus consejos de administración y comprometan sus fondos a impulsar el programa de transición justa.
Para firmar la declaración, haga clic aquí.
¿Es usted un fideicomisario laboral interesado en conectar con otras personas que se esfuerzan por vincular las cuestiones sociales con la acción por el clima? Existe una red creciente y recursos para apoyarle. Póngase en contacto con nosotros para obtener más información.
Haga clic aquí para ver el PDF de la Declaración del Inversor.
