Esta semana, el consejo del fondo de pensiones australiano First Super incluyó a Orbis Investment Advisory en una lista de vigilancia debido a su mala gestión de las inversiones en la empresa estadounidense XPO Logistics, Inc (NYSE: XPO).
First Super anunció que estaba reconsiderando su mandato de 145,9 millones de dólares australianos con Orbis, alegando que está expuesta a importantes riesgos jurídicos, normativos y de reputación en Norteamérica y Europa debido a las acusaciones de infracciones de la legislación laboral y de salud y seguridad en el trabajo en XPO.
Orbis es el mayor accionista institucional de XPO Logistics, con aproximadamente el 23% de las acciones de la empresa. Ha votado sistemáticamente en contra de las recientes resoluciones de los accionistas de XPO, apoyadas por el CWC, que pedían separar la función de presidente del consejero delegado, un informe anual de sostenibilidad y un informe sobre las medidas adoptadas para prevenir el acoso sexual.
Es importante destacar que Bill Watson, director ejecutivo de First Super, declaró al Sydney Morning Herald que el fondo se reunió con Orbis en Londres, París y San Francisco para exigirle que redujera su participación en XPO o se comprometiera directamente con la empresa a abordar los riesgos laborales. El gestor no respondió a los compromisos de una manera que satisficiera al fondo.
"Este anuncio debería enviar una señal clara a Orbis y a otros gestores de activos", declaró Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI y miembro del Equipo Directivo del CWC. "Los fideicomisarios de fondos de pensiones de todo el mundo que supervisan billones de dólares en ahorros para la jubilación de los trabajadores ya no se contentan con un gestor de activos que marca las casillas ESG pero no se compromete con un cambio significativo en los casos en que se violan los derechos de los trabajadores."
El anuncio de First Super llega en un momento en que las prácticas de gestión de los gestores de activos están siendo objeto de un creciente escrutinio. En el contexto de un movimiento hacia una marca de "inversión responsable" en la industria, los gestores de activos han sido criticados por no reflejar sus compromisos en sus prácticas de gestión en temas como la urgencia de la transición a una economía baja en carbono.
El mismo escrutinio se aplica a las cuestiones laborales: la Iniciativa de Rendición de Cuentas de los Gestores de Activos del CWC está evaluando las prácticas de administración y el desempeño en cuestiones sociales de los gestores de activos globales con una base de clientes en su red mundial de fideicomisarios. En 2019, grupos de fideicomisarios se reunieron con State Street Global Advisors y UBS para plantear cuestiones específicas sobre los derechos de los trabajadores en sus carteras. Se prevén más reuniones con gestores en 2020, a medida que se amplíe la iniciativa.
"La iniciativa está creciendo porque los fideicomisarios de pensiones de todo el mundo ya no aceptan que los ahorros para la jubilación de los trabajadores se inviertan en empresas que debilitan y socavan los derechos de otros trabajadores", afirmó Paddy Crumlin, presidente de la ITF y copresidente del CWC. Crumlin, que preside la Iniciativa de Responsabilidad de los Gestores de Activos del CWC, añadió: "A medida que el deber fiduciario de los fideicomisarios ha evolucionado para permitir la incorporación de cuestiones ASG, los gestores de activos deben dar un paso adelante y reconocer esta nueva realidad."
Un número creciente de fondos está mostrando interés en utilizar sus listas de vigilancia para impulsar mejoras en el rendimiento de los gestores de activos. El Sistema de Jubilación de los Empleados de la Ciudad de Seattle obtuvo una respuesta positiva cuando incluyó a BlackRock en una lista de vigilancia en 2017 por su historial de voto delegado sobre el clima, y el Fondo de Jubilación Común del Estado de Nueva York anunció a principios de este año que incluirá en listas de vigilancia a los gestores que obtengan malos resultados en materia climática. First Super está enviando una señal clara de que los gestores de activos ya no pueden ignorar las preocupaciones y expectativas de los clientes cuando tienen grandes participaciones en empresas como XPO, donde las violaciones de los derechos de los trabajadores son rampantes.
"El bajo rendimiento de XPO puede atribuirse a su mala gobernanza y a sus prácticas laborales. Es un estudio de caso interesante para ilustrar la propuesta de que las empresas que se quedan atrás en los imperativos ESG a menudo pueden constituir una mala inversión a largo plazo", dijo First Super en un comunicado de prensa.
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