La historia de diálogo social de este hotel comenzó en febrero de 2015, cuando los trabajadores comunicaron a sus responsables que querían poner en marcha una campaña de organización en su hotel para afiliarse a UNITE HERE, un sindicato de California comprometido con la defensa de las buenas prácticas en el sector hotelero.
El hotel de lujo de Los Ángeles, con 500 habitaciones, tiene unos 200 empleados. Está gestionado por AEW Capital Management, filial estadounidense de la gestora francesa Natixis.
A lo largo de 2015, ante la fuerte oposición de la dirección del hotel y las degradantes condiciones de trabajo, UNITE HERE y los trabajadores del hotel organizaron manifestaciones dos veces por semana frente al hotel.
En marzo de 2015, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) dictaminó que la denuncia de los empleados era admisible e inició una investigación. En agosto de 2015, los trabajadores interpusieron una demanda colectiva contra el hotel por infracciones salariales y horarias. Posteriormente, en septiembre de 2016, UNITE HERE presentó una denuncia contra Natixis ante el Punto Nacional de Contacto francés, el organismo gubernamental responsable de la aplicación de las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales.
A pesar de estas acciones, los empleados y el sindicato se enfrentaron a la realidad del capitalismo moderno. El hotel Westin no era propiedad directa de Natixis. Era propiedad del Utah Public Service Pensioners' Pension Fund, que había encargado a AEW Capital Management la gestión de sus inversiones. Y AEW había delegado la gestión diaria del hotel en Interstate Hotels & Resorts, que gestiona 400 hoteles.
UNITE HERE se enfrentó al silencio y a la falta de responsabilidad de cada eslabón de esta cadena de inversión. En Utah, los gestores de los fondos de pensiones dejaron claro que no podían intervenir en el conflicto, ya que habían delegado todas las decisiones en AEW. Y AEW no quiso comprometerse con el sindicato, argumentando que no tenía una relación directa con UNITE HERE. UNITE HERE se dirigió entonces a Natixis, que alegó que no estaba implicada en el conflicto y no entendía entonces la controversia.
La RAIR -Red Francesa de Fideicomisarios para la Inversión Responsable- fue alertada de la situación y se puso en contacto con Ircantec, un fondo de pensiones francés que utiliza a Natixis como uno de sus gestores de inversiones.
Con el apoyo del presidente de Ircantec, Jean-Pierre Costes, la RAIR convocó a los directivos de Natixis en el verano de 2017. Los intercambios confidenciales condujeron a una solución en 3 meses: la gestión del hotel se confió a un comprador dispuesto a extender el reconocimiento sindical a los trabajadores.
Los trabajadores consiguieron organizarse y sindicarse y actualmente están negociando, con su nueva dirección, un convenio laboral.
Por: Luc Prayssac, Presidente de la RAIR
